
La farmacéutica como todas las mañanas se levanta temprano y se dirige a su farmacia como todos los días… pero hay algo diferente. Llega a la altura de la fachada y es cuando se da cuenta de que un camión ha pasado demasiado cerca de su farmacia y ha atropellado literalmente su Cruz dejándola en el estado que podéis ver en las imágenes. En ese momento le ofrecí sustituir la Cruz chafada por una de las nuestras.
Así fue como vendimos nuestra primera Cruz directamente a un farmacéutico. Nunca olvidaremos esta curiosa historia que queríamos compartir con vosotros. A día de hoy seguimos trabajando con la misma ilusión que entonces, fabricando nuestros productos con la mejor calidad.
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